Moyano moviliza en pleno centro porteño
Los gremios del transporte alineados en la CATT le garantizaron a Hugo Moyano "una masiva concurrencia" al acto que organizará mañana la CGT en las avenidas Belgrano y 9 de Julio y que tiene el trasfondo político de garantizar "el poder sindical" en esta hora y la ratificación del liderazgo del camionero.
En esta instancia, los camioneros, ferroviarios, choferes de colectivos, taxistas, portuarios y marítimos tienen el poder de fuego necesario para inquietar a cualquier gobierno, como hace 30 años lo hacían los sindicatos de la industria como la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
El secretario de Prensa de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y secretario adjunto de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval, Juan Carlos Schmid, explicó el alineamiento incondicional del sector con Moyano y "la amplia convocatoria" que tendrá el acto. "Moyano reunirá como mínimo 100.000 personas", dijo.
Otros gremios que le garantizarán su presencia son la Smata (mecánicos), Obras Sanitarias y los portuarios del SOMU, entre otros.
Como dijeron fuentes del consejo directivo de la CGT a LA NACION, "la concurrencia sería mayor si no fuera porque algunos gremios "no movilizarán mucho" en la 9 de Julio. Estas organizaciones son conducidas por dirigentes que dudan de participar en un movilización "hecha a la medida de Moyano", dicen, donde el camionero será el único orador y no da garantías de que tome una relativa distancia del Gobierno.
"Apoyamos a Kirchner -dijo a LA NACION un rival interno de Moyano-, pero también hay que expresarle que advierta los peligros de la desocupación y su desinterés por hacer una convocatoria a miembros de la CGT para que sean candidatos a diputados en la lista bonaerense."
Por si algo faltaba, fue notable el malestar que generó en el sindicalismo el llamado del PJ a la postulación de la actriz Nacha Guevara, más los rumores de que podría sumarse también el tenista Guillermo Vilas. "No sólo no nos tienen en cuenta sino que impera la frivolidad", se lamentó un dirigente sindical.
Sin embargo, Moyano se aseguró una ubicación expectante para el actual diputado Héctor Recalde, que iría por la reelección, según dijo anteanoche en el Congreso.
Al asistir al acto de presentación del libro de Recalde Crónica de una l ey no negociada. El fin de los tickets, Moyano dijo que Kirchner le había asegurado un lugar para el coordinador legal de la CGT.
Los independientes de la UPCN (estatales) y de la Uocra (construcción), como los gordos de Luz y Fuerza, Comercio y Sanidad, no se muestran abiertamente opositores al acto, pero en voz baja dicen que no convocarán la gente que podrían llevar. También la UOM es reticente al llamado. Igualmente, no quieren quedar como desertores ante Kirchner.
Entre las explicaciones que se cuentan en privado figuran el consabido resquemor por un acto de "obediencia" de Moyano a Néstor Kirchner en momentos en que los sindicalistas miran de reojo las elecciones de junio y donde el peronismo disidente, con Francisco de Narváez y Felipe Solá, se ofrece como una alternativa peronista a Kirchner.
Para el caso, tampoco le encuentran sentido a hacer un acto sindical, aunque lo publiciten como una recordación del Día del Trabajador y la invocación al empleo, y sienten un temor clásico en estas circunstancias: que haya disturbios entre los manifestantes, lo que sería un signo de debilidad política en un momento en que quieren demostrar el mayor poder sindical posible.
En esta instancia, los camioneros, ferroviarios, choferes de colectivos, taxistas, portuarios y marítimos tienen el poder de fuego necesario para inquietar a cualquier gobierno, como hace 30 años lo hacían los sindicatos de la industria como la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
El secretario de Prensa de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y secretario adjunto de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval, Juan Carlos Schmid, explicó el alineamiento incondicional del sector con Moyano y "la amplia convocatoria" que tendrá el acto. "Moyano reunirá como mínimo 100.000 personas", dijo.
Otros gremios que le garantizarán su presencia son la Smata (mecánicos), Obras Sanitarias y los portuarios del SOMU, entre otros.
Como dijeron fuentes del consejo directivo de la CGT a LA NACION, "la concurrencia sería mayor si no fuera porque algunos gremios "no movilizarán mucho" en la 9 de Julio. Estas organizaciones son conducidas por dirigentes que dudan de participar en un movilización "hecha a la medida de Moyano", dicen, donde el camionero será el único orador y no da garantías de que tome una relativa distancia del Gobierno.
"Apoyamos a Kirchner -dijo a LA NACION un rival interno de Moyano-, pero también hay que expresarle que advierta los peligros de la desocupación y su desinterés por hacer una convocatoria a miembros de la CGT para que sean candidatos a diputados en la lista bonaerense."
Por si algo faltaba, fue notable el malestar que generó en el sindicalismo el llamado del PJ a la postulación de la actriz Nacha Guevara, más los rumores de que podría sumarse también el tenista Guillermo Vilas. "No sólo no nos tienen en cuenta sino que impera la frivolidad", se lamentó un dirigente sindical.
Sin embargo, Moyano se aseguró una ubicación expectante para el actual diputado Héctor Recalde, que iría por la reelección, según dijo anteanoche en el Congreso.
Al asistir al acto de presentación del libro de Recalde Crónica de una l ey no negociada. El fin de los tickets, Moyano dijo que Kirchner le había asegurado un lugar para el coordinador legal de la CGT.
Los independientes de la UPCN (estatales) y de la Uocra (construcción), como los gordos de Luz y Fuerza, Comercio y Sanidad, no se muestran abiertamente opositores al acto, pero en voz baja dicen que no convocarán la gente que podrían llevar. También la UOM es reticente al llamado. Igualmente, no quieren quedar como desertores ante Kirchner.
Entre las explicaciones que se cuentan en privado figuran el consabido resquemor por un acto de "obediencia" de Moyano a Néstor Kirchner en momentos en que los sindicalistas miran de reojo las elecciones de junio y donde el peronismo disidente, con Francisco de Narváez y Felipe Solá, se ofrece como una alternativa peronista a Kirchner.
Para el caso, tampoco le encuentran sentido a hacer un acto sindical, aunque lo publiciten como una recordación del Día del Trabajador y la invocación al empleo, y sienten un temor clásico en estas circunstancias: que haya disturbios entre los manifestantes, lo que sería un signo de debilidad política en un momento en que quieren demostrar el mayor poder sindical posible.
